Los estudiantes de bajos recursos, de primera generación, LGBT+ y de minorías son a menudo subrepresentados en los campuses universitarios; esto significa que representan sólo una pequeña fracción de la población universitaria total. Estos grupos subrepresentados encaran desafíos únicos tanto al solicitar admisión como al asistir a la universidad. Los estudiantes LGBT+ y de minoría son más propensos a convertirse en víctimas de la discriminación que sus pares blancos, heterosexuales. Los estudiantes de bajos recursos y los de primera generación podrían tener que esforzarse más en la solicitud universitaria y el proceso de ayuda económica que los estudiantes que provienen de familias donde la universidad está prevista. Afortunadamente, hay recursos disponibles para ayudar a que los estudiantes subrepresentados se preparen para y tengan éxito en la universidad.
Los estudiantes de bajos recursos provienen de familias donde el ingreso familiar anual total es de alrededor de $40.000 o menos. Por los costos de la educación superior, los estudiantes de bajos recursos asisten y se gradúan de la facultad a tasas más bajas que sus compañeros de más altos ingresos. La lucha de los estudiantes de bajos ingresos son muchas: dificultades para pagar la matrícula, la necesidad de trabajar para ayudar a sus familias, falta de comprensión de la ayuda económica, sentimientos de soledad en el campus y el estereotipo de que los estudiantes de bajos recursos no son tan inteligentes como sus compañeros. Con algo de ayuda de los consejeros de orientación y los programas de acceso universitario, los estudiantes de bajos ingresos pueden superar exitosamente estos obstáculos y asistir a la universidad.
La primera generación de estudiantes, o aquellos que sus padres no tienen títulos de grado, no pueden apoyarse en el conocimiento de sus padres al perseguir la educación superior. Los estudiantes de primera generación a menudo reciben menos apoyo cuando solicitan admisión universitaria porque los más cercanos a ellos tienen poca familiaridad con los procesos de solicitud y ayuda económica. También pueden contar con menos fondos para asistir a la universidad; si bien no todos los estudiantes de primera generación son también estudiantes de bajos recursos, podrían estar superpuestos. Aún más, los estudiantes de primera generación son menos propensos de graduarse que sus pares los cuales los padres son graduados universitarios. Por suerte, los recursos para ayudar a la primera generación de estudiantes a ingresar y tener éxito en la facultad son abundantes.
El término “LGBT+” incluye un rango de identidades, incluyendo lesbiana, gay, bisexual y transgénero. A diferencia de los estudiantes que podrían venir de contextos con desventajas, no hay barreras financieras para los estudiantes LGBT+ asistiendo a la universidad. Los desafíos que los estudiantes LGBT+ normalmente enfrentan son típicamente relacionados con la intimidación, el abuso e incluso ataques de otros estudiantes en el campus. Aunque algunos estudiantes podrían elegir mantener su identidad en secreto de sus pares como una forma de protección, otros eligen apegarse a ella. Sin importar la franqueza del estudiante, hay muchos campuses LGBT+ friendly como también becas y organizaciones que existen especialmente para ayudar a estas personas.
Los estudiantes que son de una raza o etnia que no sea blanca (caucásica) son considerados de minoría porque representan menos de la mitad de la población de los Estados Unidos. Los estudiantes de minoría (con excepción de los estudiantes asiáticos) generalmente se inscriben en la facultad en una tasa más baja que sus compañeros blancos y también tienen una tasa de graduación más baja. Los factores como la preparación académica y el tipo de facultad que los estudiantes de minoría eligen asistir (asisten desproporcionadamente a instituciones con fines de lucro que resultan en una deuda de préstamos estudiantiles más alta que la necesaria, contribuyen a las tasas de abandono) afectan a estos resultados. Afortunadamente, las universidades están respondiendo a la falta de diversidad en los cuerpos estudiantiles ofreciendo más oportunidades a los estudiantes de color.
La facultad trae grandes cambios a la vida, y cuando llegas al campus, ciertamente interactúas con personas que vienen de diferentes entornos y tienen diferentes culturas, valores y experiencias que la tuya. Ya que está bien que tengas diálogos respetuosos sobre los temas con los que no coincides, algunos casos deben ser tomados con más sensibilidad que otros. Aprender a ser más tolerantes nos asegura que todos nos sintamos más seguros y cómodos en el campus y previene instancias de intimidación, abuso y ataques.