Los estudiantes con discapacidades—ya sean física, intelectual, de aprendizaje, de comportamiento, o de otro tipo—tienen garantizados ciertos derechos bajo la ley. Hasta la graduación de la secundaria, están protegidos por la Ley de Educación para Individuos con Discapacidades y deben tener acceso a una educación pública apropiada y gratuita. Una vez que completaron la educación secundaria, estos alumnos reciben protección bajo la Ley de Estadounidenses con Discapacidades y la Sección 504 de la Ley de Rehabilitación de 1973. Con la excepción de universidades administradas por entidades religiosas que no reciben fondos federales, ninguna universidad o facultad pública o privada, vocacional, o comunitaria puede discriminar a estudiantes o solicitantes en base a su discapacidad.
Mientras muchas personas asocian la deficiencia física con la palabra “discapacidad”, enfermedades como el cáncer, trastorno de estrés postraumático, depresión, e incapacidades de aprendizaje también cumplen con la definición. Las discapacidades pueden ser congénitas o desarrolladas, pero ambas tienen un efecto en la función física y/o mental de la persona. Dependiendo de la severidad de una deficiencia, un individuo puede ser apto para la protección legal; una deficiencia o impedimento tiene que afectar una o más actividades principales de la vida (por ejemplo, hablar) o funciones corporales principales (por ejemplo, respirar) para calificar para dichas protecciones.
La Ley de Educación para Individuos con Discapacidad (IDEA, por sus siglas en inglés) protege a los estudiantes con discapacidades de la discriminación en las bases de su discapacidad. Esta protección tiene lugar desde el nacimiento hasta la graduación de la escuela secundaria. La IDEA asegura que los estudiantes con discapacidades tengan acceso a una educación pública y apropiada que esté adaptada a sus necesidades y habilidades a través de un Programa de Educación Individualizado. Esto tiene la intención de asegurar que los alumnos logren un progreso educativo medible año a año. Para calificar por protección y derecho bajo la IDEA, la discapacidad de un estudiante debe afectar su desempeño educativo.
Los estudiantes con discapacidades que quieran asistir a una universidad pueden hacerlo sin el miedo de la discriminación. La Ley de Estadounidenses con Discapacidades y la Sección 504 de la Ley de Rehabilitación de 1973 protegen a los alumnos con discapacidades desde que completaron la secundaria y ya no están protegidos de discriminación por la IDEA. Para recibir protección y alojamiento, los estudiantes deben revelar su discapacidad a la universidad y proveer la documentación apropiada. A cada institución se le requiere evaluar y cumplir con las solicitudes de la mejor manera posible.
Encontrar la universidad perfecta, una que te acepte, una que puedas costear, y una que te provea la oportunidad de desarrollo académico y personal, es difícil. Si eres un estudiante con discapacidad, puede parecer que tus opciones son limitadas. Afortunadamente, hay varias universidades que dan la bienvenida recibiendo a alumnos con discapacidades. La ley te protege de discriminación y ordena que se te de igual acceso a todo lo que la universidad tiene para ofrecer, desde tomar exámenes estandarizados obligatorios hasta llenar tu solicitud, hasta la graduación. ¡Comienza a hacer tu lista universitaria hoy mísmo!